Competencias «líquidas»

Una de las principales formas en las que las nuevas tecnologías cambiarán a los trabajadores se relacionará con la evolución de las competencias que se necesiten. La evolución exponencial de la tecnología, la longevidad de nuestras vidas, la creciente necesidad de asegurar nuestra propia sostenibilidad económica constituyen la base en la que se sustenta la evolución hacia a un mundo en el que las personas desarrollarán múltiples carreras profesionales y en el que el «aprendizaje permanente» o las «competencias líquidas» serán cruciales para fortalecer la empleabilidad de una persona.
 
Claramente, el aprendizaje continuo y la agilidad profesional van a ser esenciales. Los puestos de trabajo están cambiando rápidamente, a medida que la tecnología comienza a complementar, a redefinir y a sustituir potencialmente algunos puestos de trabajo existentes. Las personas tendrán que prestar atención a las posibles opciones profesionales y trabajar de manera proactiva para desarrollar los nuevos conocimientos y competencias necesarias; es probable que la gestión proactiva continua de la carrera profesional sea esencial para garantizar una empleabilidad continuada.
 Corinne Mills, asesora profesional, autora y directora de Personal Career Management.
 

El futuro será de los que posean múltiples competencias

En «The 100-Year Life: Living and Working in an Age of Longevity» (Cien años de vida: vivir y trabajar en una era de longevidad, 2016) los autores, Lynda Gratton y Andrew Scott, predicen que las personas tendrán que mejorar sus competencias para desarrollar entre cuatro y seis carreras distintas a lo largo de su vida.
 
Gratton y Scott argumentan que una de las últimas evoluciones en el desarrollo del liderazgo es el nuevo concepto de «desarrollo vertical del liderazgo» (2015), los líderes deben desarrollar la capacidad de gestionar una mayor complejidad y aprender a ser interdependientes de otros para administrar la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad (VUCA, por sus siglas en inglés) en sus procesos de toma de decisiones.
 
Con multitud de nuevas herramientas y servicios disponibles, el conocimiento puede adquirirse «bajo demanda», actualizarse y descartarse cuando ya no es útil. Hemos entrado en la era de las «competencias líquidas».
 

Los empresarios deben fomentar la educación

El valor de la educación formal ya no reside en adquirir conocimientos, sino en desarrollar la capacidad de aprendizaje. Ahora, los empleados pueden adquirir y descartar nuevas competencias según se les vayan exigiendo, gracias a una amplia gama de programas de aprendizaje personalizados y basados en datos que facilitan y agilizan el trabajo de convertirse en expertos en un tema concreto.

Se espera que los empresarios proporcionen métodos de aprendizaje y faciliten el desarrollo de nuevas competencias. La formación deberá ser modular y dirigirse a quienes deseen adquirir una amplia formación en un plazo breve y a quienes prefieran aprender a un ritmo más lento. Las organizaciones que no presten apoyo a la mejora de la formación corren el riesgo de quedarse atrás, ya que los empleados favorecerán a las que sí lo hagan.
 

Nuevos espacios para el aprendizaje

Los nuevos métodos de aprendizaje, como los cursos online (MOOC, por sus siglas en inglés), pueden fomentar la retención de talento y permitir a las organizaciones solventar lagunas en materia de competencias. Udacity comenzó a impartir cursos sobre realidad virtual (VR) a finales de 2016. Ofrece «nanogrados» breves, de unos meses de duración, concebidos específicamente para satisfacer las demandas del mercado de trabajo y difundir el conocimiento de las competencias más demandadas.
 
Aunque cursar actividades de formación en línea puede parecer relativamente sencillo, la oficina rara vez es el espacio más productivo para ello. La cadena de cafetería-estudio Benkyo Café, con sede en Tokio, permite a los adultos utilizar sus instalaciones en calidad de miembros y ofrece un ambiente más propicio para el estudio y el aprendizaje que una cafetería típica. Tiene previsto abrir seis nuevas cafeterías de aquí al verano de 2019.
 

La suma importancia de la flexibilidad

Las presiones de un mercado laboral volátil, junto a la creciente y universal accesibilidad del conocimiento, hacen de las continuas actualizaciones personales una condición de vida. Cabe prever que las organizaciones inviertan en la mejora constante de su programa de formación y desarrollo a través de unidades de formación internas que ayuden a las personas a incorporarse a nuevas funciones y cargos.
 
Los avances tecnológicos pueden acarrear movimientos internos y para seguir siendo empleables, estos profesionales  tendrán que volver a formarse rápidamente para integrarse de nuevo en el mercado laboral. La flexibilidad y la adaptabilidad serán rasgos fundamentales y aprender con rapidez en el trabajo será de suma importancia.
 

Desarrollo a medida

La naturaleza de los empleados está cambiando rápidamente. Las mujeres de baja por maternidad pueden reciclarse rápidamente y encontrar trabajo; los nómadas digitales pueden viajar por el mundo y compartir sus conocimientos; las nuevas tecnologías hacen que la transferencia de información sea más eficiente. Para aprovechar este talento pueden ser necesarios nuevos enfoques de aprendizaje que se adapten mejor a las condiciones de trabajo de estos grupos de talento.
 
En la iniciativa «The Pregnancy Pause», puesta en marcha por la agencia Mother New York en 2017, se ofrece un conjunto de herramientas para que las madres puedan culminar la transición al trabajo después de su baja por maternidad. Se hace especial hincapié en la mejora de las competencias que ayudarán a las personas que se hallen en esa situación específica, sin necesidad de realizar cursos que incluyan otras áreas que puedan resultar menos útiles. Una iniciativa puesta en marcha en Copenhague y denominada «Inspired Beyond Babies» permite a las madres trabajadoras mejorar sus competencias a su propio ritmo durante la baja por maternidad.