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La protección de datos es una cuestión muy importante en el mundo empresarial actual, especialmente en el caso de las compañías que manejan, tratan y almacenan información confidencial. Los empleadores recurren a sus Delegados de Protección de Datos (DPD) o Data Protection Officer (DPO) en inglés, para organizar el cumplimiento estricto de toda la legislación pertinente y para supervisar el correcto uso de los datos por parte de la empresa.
Son varias las funciones importantes que podrían asignarse a este puesto, entre ellas:
Un Delegado de Protección de Datos (DPD) eficaz contará, entre sus competencias personales, con la capacidad de comunicarse eficazmente con los diferentes departamentos y con los cargos directivos. Otra cualidad importante será la capacidad de mostrar un profundo conocimiento de la legislación en materia de protección de datos que esté vigente en la actualidad, así como en el futuro.
Los profesionales que trabajen para grandes corporaciones internacionales tendrán que conocer las prácticas globales, así como los requisitos jurídicos internacionales. Entre las titulaciones formales que pueden considerarse relevantes a la hora de evaluar una candidatura, se incluyen diversos títulos universitarios en disciplinas pertinentes como seguridad de la información, comercio internacional o informática. También se valorará positivamente haber estudiado algún curso de Delegado de Protección de Datos (DPD).
A un nivel más personal, los Delegados de Protección de Datos (DPD) deben ser discretos a la hora de manejar información confidencial y tendrán que saber cómo tratar con información personal importante de manera adecuada. Poseer un enfoque analítico en el tratamiento de los datos será una ventaja importante, al igual que la capacidad para trabajar con diligencia y calma incluso en momentos de mucha presión.
Los Delegados de Protección de Datos (DPD) de éxito tendrán que poseer sólidas competencias de IT, además de un buen conocimiento de la infraestructura de IT de la organización. El desarrollo y la adquisición de nuevas tecnologías pueden y van a alterar los parámetros de un puesto así, por lo que el profesional tendrá que saber adaptarse a los cambios. En las grandes empresas, puede haber varios Delegados de Protección de Datos (DPD), cada uno con su propio conjunto de competencias especializadas.
Es imprescindible tener un profundo conocimiento práctico de las normativas específicas, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) europeo. Hay varias aplicaciones de software relevantes de cara al puesto, por ejemplo, SolarWinds, Wired Relations, LogicGate y privIQ; tener experiencia con todas o alguna de ellas puede suponer una gran ventaja para el candidato/a.
Como Delegado de Protección de Datos (DPD), se puede acceder a posiciones en diversos sectores. Entre ellos se incluyen la gobernanza y seguridad de la información, el tratamiento de datos, la implementación de políticas de privacidad, la enseñanza en materia de seguridad, los recursos humanos o la ciberseguridad. Los Delegados de Protección de Datos (DPD) experimentados pueden aspirar a puestos de mayor responsabilidad en un ámbito similar transcurrido un período de tiempo adecuado.
Incluso durante los primeros años de experiencia, se espera que los Delegados de Protección de Datos (DPD) estén remunerados con paquetes salariales más que razonables. Con una carrera ya sólida, los DPD desempeñan un papel importante dentro de las empresas y sus salarios reflejarán esa importancia.