Toma nota de las historias de estos cuatro emprendedores. Hoy todas sus ideas son consideradas exitosas y su sombre es sinónimo de liderazgo, buenas ideas y éxito, pero los cuatro tuvieron obstáculos por el camino y fracasaron. Son los ejemplos perfectos de por qué el fracaso nunca debe detenerte para cumplir tu visión.

 

Mary Kay Ash. Fue vendedora de éxito en las diferentes compañías para las que trabajó. Nunca fue reconocida por sus compañeros y cansada de sentirse infravalorada por ser mujer decidió retirarse y escribir un libro con la intención de ayudar a otras mujeres de negocios atrapadas en un mundo de hombres. Al releer su obra se percató de que había diseñado el plan de marketing de la compañía de sus sueños. Hoy en día Mary Kay Inc. factura 4.000 millones de dólares al año y sus productos se venden en más de 35 mercados de todo el mundo. Mary Kay Ash decidió abandonar una empresa donde no era valorada y buscó la manera de sentirse satisfecha con su vida profesional creando la compañía de sus sueños.

 “Caemos para tener éxito”.

“No te limites a ti mismo. Muchas personas se limitan a lo que piensan que pueden hacer. Puedes ir tan lejos como tu mente te permita. Puedes conseguir lo que creas, recuérdalo“.

Walt Disney. Poco conocido es el extenso currículum de fracasos estrepitosos del padre de Mickey Mouse. Antes de convertirse en pionero de la animación cinematográfica, Disney sufrió varios reveses en su vida profesional. Incluso llegaron a despedirle de su trabajo como ilustrador de un periódico por ser falto de imaginación. Formó varios negocios propios y cuando por fin empezaba a ver la luz del éxito le robaron los derechos sobre su primer personaje animado reconocido, el Oswald The Lucky Rabbit. Tras años luchando por ganarse la vida con su talento de animador, finalmente Walt Disney arriesgó todos sus ahorros en la producción del primer largometraje animado, Blancanieves. Esta decisión le catapultó al éxito definitivo. Demostró que aquellos que no se rinden y persiguen sus sueños hasta el final se ganan un hueco en el muro del éxito profesional.

 “Si puedes soñarlo puedes hacerlo, recuerda que todo esto comenzó con un ratón”.

“Pregúntate si lo que estás haciendo hoy, te llevará a donde quieres llegar mañana”.

Abraham Lincoln. El decimosexto presidente de los Estados Unidos, mundialmente conocido por su lucha contra la esclavitud en Norteamérica, tuvo que pelear mucho por defender sus ideales y que estos calaran en los votantes antes de convertirse en un icono político mundial. Lincoln llegó incluso a declararse en bancarrota con 35 años de edad. Sin embargo, nunca se dio por vencido y tras muchos debates y candidaturas desestimadas en 1860 fue elegido Presidente de los Estados Unidos de América. Creía en sus principios ciegamente y en la utilidad de los mismos para su país. Peleó hasta que logró alcanzar la meta más alta de su carrera.

“Recuerda siempre que tu propia resolución de triunfar es más importante que cualquier otra cosa.”

Henry Ford. Logró, en 1896, crear un artilugio de cuatro ruedas impulsado por pequeños motores. Esta innovadora idea atrajo a empresarios del mundo automovilístico con el objetivo de desarrollar la idea y crear una empresa de fabricación de automóviles. La idea fue un fracaso. No consiguieron fabricar con éxito ni un solo vehículo. Por eso, Henry Ford fue expulsado de la asociación. No se rindió y persistió en la idea de que un día sería capaz de producir y vender automóviles. Aunque terminó fundando la legendaria y famosa Ford Motor Company, fracasó 5 veces antes.

"Si hubiera preguntado a la gente que qué quería, me hubiesen dicho que 'caballos más rápidos'".

“el fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia”.

 

 

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